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RÜFÜS DU SOL en Poble Espanyol: Euforia mezclada con emociones crudas

La tarde del 10 de junio, mientras el sol se ponía detrás de los edificios del pintoresco Poble Espanyol de Barcelona, la atmósfera vibraba con una especie de expectación silenciosa y emoción por la primera parada de RÜFÜS DU SOL en la etapa europea de su gira mundial ‘Inhale/Exhale’, que también daba inicio a la semana OFFSónar. Se podía sentir  las altísimas expectativas de la audiencia, y aquellos que miraban de cerca habrían notado que algunos de los miembros de la banda echaron un vistazo a la multitud durante la presentación inicial de Weval, respirando algo de esa magia.

Crédito de las fotos: Camila Cabral

Un flujo constante de ritmos profundos y melódicos, incluido el hipnótico “Plastic Head TV” de Fairmont y “Human Rights” de Jimi Jules, nos mantuvo alerta entre los dos actos en vivo, generando una tensión casi cinematográfica antes de que el trío australiano finalmente emergiera al escenario entre vítores ensordecedores. Y a partir de ese momento ya no hubo freno.

RÜFÜS DU SOL ofreció una actuación que se sintió más como una exhalación colectiva que como un concierto. Desde la primera nota, quedó claro que la noche sería un viaje, ya que crearon un arco que se movía perfectamente entre la energía de la pista de baile y la belleza introspectiva. Temas como “You Were Right” y “Sundream” palpitaban con calidez, transportados por una nítida percusión en vivo y las distintivas capas vocales de la banda.

Material más nuevo de su era “Inhale/Exhale”, como “Lately”, “Breathe”  y el espectacular “Next to Me”, se entretejió en el set, mostrando la evolución de la banda sin perder el núcleo emocional que los fanáticos anhelan.

La producción también estuvo a la altura de las expectativas, dándole a cada miembro del trío su propia estación para hacer su magia. Imponentes imágenes LED se extendieron por el escenario como luz líquida, dando forma a las texturas emocionales de la música y, en ocasiones, dándonos la sensación de estar dentro de un sueño compartido. La multitud era un océano de sonrisas relajadas y siluetas balanceándose, completamente sincronizadas e irradiando la energía pacífica y alegre que caracteriza a un fan de RÜFÜS.

Pero a pesar de la escala de la producción y la audiencia, el programa de alguna manera se sintió íntimo y vulnerable. Tal vez fue la forma en que la voz de Tyrone Lindqvist se quebró (sólo ligeramente) en las primeras líneas de “Underwater”, o cómo Jon George estuvo a un milímetro de dejar caer su baqueta después de lanzarla arriesgadamente al aire, lo que demostró lo mucho que la noche también significó para la banda.

Quedó claro que el final estaba cerca cuando empezaron a sonar los melancólicos primeros acordes del desgarrador “Innerbloom”, y la noche alcanzó su clímax emocional cuando toda la Plaza Mayor coreaba “If you want me, if you need me, I’m yours” al unísono. La piel de gallina era innegable, y más de uno tuvo que parpadear para contener algunas lágrimas rebeldes mientras aplaudía mientras la banda bajaba del escenario. Hubo un breve momento en el que todos nos miramos con un nudo en el estómago, sin querer creer que la noche podría terminar todavía. Y por supuesto, no lo fue.

Cuando llegó el bis, lo golpeó con fuerza y ​​familiaridad. “Break My Love” y “No Place” enviaron ondas a través de la audiencia, y la euforia de “Music is Better” casi arrancó el techo mientras la multitud levantaba las manos y bailaba con todo su corazón durante los últimos minutos del espectáculo.

Al salir en la cálida noche de Barcelona y bajando por Montjuïc en busca de un taxi, la gente irradiaba emoción. Los extraños se acercaron entre sí y discutieron cuál había sido su punto culminante de la presentación, pero había una cosa en la que todos estuvimos de acuerdo: este regreso era todo lo que siempre habíamos esperado.

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