Skip to content

Unesco reconoce la música electrónica francesa como Patrimonio Cultural

Un homenaje al sonido influyente creado por Daft Punk, Cassius, Stardust, Bob Sinclar, AIR, Justice, entre otros.

Créditos de la foto: Florian Wehde

La música electrónica francesa ha sido inscrita oficialmente en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, marcando un hito para la cultura club y la escena electrónica del país.

La decisión se apoya en un creciente respaldo institucional en Francia. En 2024, la ministra de Cultura Rachida Dati anunció que los clubes nocturnos serían reconocidos como “actores culturales” bajo una nueva legislación, tras años de trabajo y presión por parte de organizaciones como Culture Nuit, que representa a espacios influyentes como Rex Club y Le Badaboum.

La UNESCO actualiza anualmente su registro de Patrimonio Cultural Inmaterial, incorporando nuevas “prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y saberes” que reflejan tradiciones vivas de todo el mundo.

Para ser considerada, una práctica debe estar vinculada a un territorio definido y ser reconocida por su comunidad como parte de su identidad cultural. Este año, la UNESCO aprobó 14 nuevas inscripciones francesas, que van desde la alta costura parisina hasta el Debaa, una tradición de canto y danza de Mayotte, así como el Chjam’è rispondi, el arte corsu del intercambio poético.

La distinción a la música electrónica se centra en el llamado French touch, un movimiento amplio e influyente moldeado por artistas como Daft Punk, Bob Sinclar, AIR, Étienne de Crécy, Cassius, Modjo, Justice y Stardust. El presidente Emmanuel Macron respaldó el reconocimiento a comienzos de este año, afirmando que Francia puede legítimamente reclamar la invención del electro.

Para muchos dentro de la escena, el anuncio tuvo una fuerte carga emocional. Tommy Vaudecrane, fundador del Paris Techno Parade y presidente de Technopol, organización dedicada a promover y defender la música electrónica, declaró a AFP que esta cultura había sido históricamente marginada. “Derramé mis primeras lágrimas por la música electrónica bajo gases lacrimógenos, cuando era demonizada. Hoy, esas lágrimas son de alegría, al ver que nuestra música finalmente es reconocida como patrimonio”, expresó.

El reconocimiento de la UNESCO lleva esta validación un paso más allá, aunque sus consecuencias prácticas aún están abiertas al debate. El techno de Berlín fue incorporado a la lista en 2023, tras una larga campaña.

COMPARTIR
Back To Top