Nicole Moudaber no es ajena a la transformación. Su carrera es un estudio constante de reinvención, llevándola desde las pistas de baile underground de Londres hasta los escenarios globales, donde su influencia trasciende la cabina de DJ. Este año celebra el décimo aniversario de su sello y marca, MOOD, y lo hace reflexionando sobre su trayectoria con la sinceridad y pasión que la caracterizan. Esta es nuestra Artista del Mes. Este es el sonido de Nicole Moudaber.
Créditos de la foto: Nicole Moudaber – Official
Para Moudaber, la música ha sido parte de su vida mucho antes de descubrir el pulso del sonido electrónico. “Crecí en Nigeria y pasé mi adolescencia en Líbano, lo que me expuso a una rica diversidad de culturas musicales,” comparte. “Esas experiencias iniciales moldearon mis oídos y mi perspectiva. Esa diversidad está presente en cada tema que creo.” Estos años formativos la sumergieron en los ritmos de África y las melodías emotivas de Medio Oriente, elementos que siguen resonando en su música actual.
Sin embargo, fue su mudanza a Londres en sus veintes lo que encendió su amor por la música electrónica. “La vibrante escena londinense era como entrar a otro mundo, lleno de energía, libertad y creatividad. Transformó por completo mi conexión con el sonido,” explica. “Viajaba por Europa y Estados Unidos siguiendo a DJs, como una auténtica fan, ¡una clubber profesional! Me enamoré de los bombos y sonidos tribales de la escena de Nueva York, lo que me llevó a una etapa de trance y techno. Fue un periodo de descubrir sonidos y emociones que moldearon mi vínculo con la música.”
Su incursión en la industria comenzó detrás de escena, como promotora en Londres, organizando eventos que atraían a los nombres más importantes de la música dance. Pero, tras seis años curando experiencias para otros, sintió la necesidad de crear algo propio. “Decidí que era hora de hacer mi propia música, el tipo de música que había sentido tan profundamente en la pista de baile,” recuerda. Esa decisión marcó el inicio de una nueva etapa: de promotora a productora y DJ.
El éxito de Moudaber no se dio en un solo momento, sino en una serie de hitos que consolidaron su reputación en el mundo de la música electrónica. “Ganar mi primer premio en Estados Unidos fue una validación surrealista de mi trabajo, y luego tener cuatro meses consecutivos en el número uno de los charts fue como un sueño,” rememora. Pero un momento sobresale: tocar a dúo con Carl Cox durante el legendario cierre “Final Chapter” de Space Ibiza. “Fue como ser parte de la historia”, reflexiona. “Cada uno de esos momentos tuvo su propio peso y significado, y juntos formaron un periodo en el que sentí que realmente estaba dejando mi huella.”
Su música, que describe como cruda, versátil, y profundamente personal, refleja las múltiples influencias que la han moldeado. “Mis temas son como mis hijos, ¿me pides que elija?” bromea cuando le preguntan por sus lanzamientos más importantes. “A través de mi música, siempre busco evocar emoción, algo visceral que conecte a un nivel más profundo. Creo que la música debe llevarte en un viaje, ya sea una explosión de éxtasis en la pista de baile o un momento de introspección en tiempos más tranquilos.”
Esta filosofía también se refleja en sus sets como DJ, donde la intuición y la adaptabilidad son esenciales. “La regla número uno para mí es no estar demasiado preparada”, afirma. “Un gran set se basa en la intuición, en conocer tu música y entender el momento, no en seguir un plan rígido.” Recuerda una reciente actuación en la que su capacidad para leer al público convirtió un set rutinario en algo inolvidable. “Planeaba tocar techno, pero al llegar noté que el público tenía una vibra más groovy. Decidí cambiar de rumbo y hacer un set de tech house. Esa elección intuitiva resultó en uno de los mejores sets de tech house que he hecho. Esos momentos no tienen precio.”
La versatilidad de Moudaber no es solo una habilidad, sino una mentalidad. “No veo la música con límites estrictos; la veo como un espectro ilimitado,” explica. “Ya sea techno, tech house, o algo completamente diferente, mi objetivo siempre es el mismo: conectar con el público, sentir su energía y crear una experiencia inolvidable.”
Esta visión es el corazón de MOOD, el sello que fundó hace diez años. “MOOD nació en un momento de inspiración… ¡en mi ducha!” ríe. “El nombre es una extensión de quien soy; está vinculado a mi nombre y tiene múltiples significados. Simplemente encajó. ¡Después de todo, puedo ser muy temperamental!” Más que un sello, MOOD es un reflejo de su visión creativa y su compromiso con conectar a través de la música.
“Desde el día uno, he puesto mi alma en esto, y después de una década, sigo igual de involucrada y apasionada que al principio,” asegura. “Ya sea descubriendo nuevos talentos, organizando fiestas In The Mood alrededor del mundo o conectando con ustedes a través de mi programa de radio semanal, MOOD es mi manera de traerlos a mi mundo.”
El décimo aniversario de MOOD ha sido una celebración que ha marcado el año con eventos destacados y actuaciones memorables. A principios de mes, Moudaber organizó un evento en Londres, y el próximo 21 de diciembre, se presentará en Avalon de Los Ángeles con un set all-night-long. “Los sets maratónicos son donde realmente entro en sintonía y los llevo en un viaje,” dice “Es en esos momentos donde siento que la verdadera esencia de MOOD cobra vida.”
De cara al futuro, Moudaber sigue siendo ambiciosa. “El techno, para mí, es ilimitado. Es un lienzo que me permite experimentar, romper barreras y evolucionar,” afirma. Con nueva música en camino y la expansión de su marca In The Mood, está lista para dar forma a la próxima década de la música electrónica, tal como lo hizo con la pasada.
“Creo que todo se reduce a ser fiel a mí misma,” reflexiona. “Tu individualidad es tu superpoder. Para mí, me expreso a través de mi música: es mi voz, mi historia y mi emoción envueltas en sonido. Mantener esa autenticidad mientras evoluciono ha sido clave.”
En el cruce entre logros pasados y posibilidades futuras, Nicole Moudaber sigue siendo una presencia única en el mundo de la música electrónica: una pionera, narradora y, sobre todo, una artista que no teme seguir su propio MOOD.
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