Cuando el polvo se asienta tras una nueva edición de Day Zero, queda claro que Damian Lazarus y su equipo han vuelto a superar los límites entre la música electrónica y la celebración cultural. El pasado 11 de enero, en el corazón de la jungla de Tulum, asistentes de todo el mundo se reunieron para vivir una noche y madrugada inolvidables de música, misticismo, y arte inmersivo.
Crédito de lsa fotos: Alive Coverage
Desde el momento en que los asistentes pisaron el terreno sagrado mexicano, fueron transportados a una dimensión alterna donde las tradiciones mayas y la producción de vanguardia coexistieron en perfecta armonía. Los icónicos láseres del festival atravesaron el denso dosel de la selva, iluminando un mundo repleto de instalaciones artísticas, rituales indígenas, y una atmósfera cargada de misticismo. Ceremonias tradicionales mayas abrieron la noche, conectando a los presentes con la energía sagrada del lugar y estableciendo el tono para un viaje transformador.
La capacidad de Damian Lazarus para curar una experiencia musical especial quedó evidenciada en el notable lineup del festival. Desde actos de renombre mundial hasta talentos emergentes vanguardistas, cada artista contribuyó a la odisea sonora que se desarrolló.
La energía desbordante de Fatboy Slim marcó un momento de euforia en la pista de baile, mientras que Major League DJz trajo los ritmos contagiosos del Amapiano a la selva. DJ Harvey mantuvo al público en movimiento con una selección profunda y ecléctica, y Patrick Mason, desde Berlín, añadió su característico estilo enérgico a la noche. Además, artistas como Dubfire, Francesca Lombardo, Lee Burridge, Victor Calderone, Sonja Moonear, Mestiza, Bartolomeo, Adam Ten, Mita Gami, Carlita, y Cole Knight dejaron su huella musical, mientras que el cierre con el épico back-to-back-to-back entre Solomun, Michael Bibi, y Damian Lazarus puso el broche de oro a la celebración extendida.
Por otro lado, el escenario El Teatro destacó como un espacio vital para mostrar la vibrante escena electrónica mexicana. Talentos locales como Secret Echoes, Discosis, Sainte Vie, Sabrina, y Rafatel ofrecieron actuaciones memorables, reafirmando el compromiso de Day Zero con el impulso a la creatividad local.
Más allá de la música, el evento sobresalió en la creación de un mundo inmersivo que involucró todos los sentidos. La interacción de luz, sonido y naturaleza generó una atmósfera inigualable. Bailarines de fuego, acróbatas y performers disfrazados recorrieron los terrenos del festival, añadiendo un toque teatral mágico. Cada rincón de la selva cobraba vida con instalaciones interactivas, senderos secretos y sorpresas inesperadas que mantuvieron a los asistentes fascinados de principio a fin.
Como de costumbre, Day Zero reafirmó su compromiso con la responsabilidad ambiental y cultural. A través del programa Crosstown Consciousness, el festival implementó acciones significativas para minimizar su impacto ecológico. Iniciativas como la conversión de plástico en combustible, la restauración de arrecifes de coral y los esfuerzos de reforestación demostraron su dedicación a retribuir a la tierra que alberga esta reunión anual. Además, las colaboraciones con comunidades mayas locales garantizaron que el evento se mantuviera respetuoso y alineado con las tradiciones que busca honrar.
Day Zero 2024 fue más que una fiesta: fue un viaje, un ritual y un recordatorio de la profunda conexión entre la música, la naturaleza y la sabiduría ancestral. Aquellos afortunados que lo vivieron llevarán consigo su energía mucho después de que el último beat resonara en la jungla.
Hasta el próximo año, gracias por los recuerdos.