Las fiestas del jefe de Innervisions han sido furor esta temporada en la isla blanca. Con una ambiciosa puesta en escena, e invitados de lujo, Transmoderna ha dado de qué hablar. Pero más cautivante aún es su sonido. Sonido que Dixon trasladó de la mano del portugués Trikk y el talento argentino Kevin Di Serna a la discoteca The Bow para una noche a puro color.
El ascendente Di Serna fue el encargado de ir poniendo la pista a punto, con una mezcla de deep y progressive realmente sexy. Conjugando groove y finesse, el argentino despertaba sonrisas en los presentes, quienes ya sentían el calor en una fría noche primaveral. Un testamento al crecimiento de este artista, que ya ha tenido el privilegio de presentarse junto a Dixon en Ibiza bajo el marco de Transmoderna.
Con la pista llena y las expectativas altas, Trikk tomó el mando de la cabina para imponer un cambio de rumbo. Cambiando melodías por beats y percusiones, el sonido del portugués se hizo notar, con pasajes que oscilaban entre breaks y techno. Quizás de lo más left-field que se pudo apreciar en la noche.
Ya cerca de las 4 de la mañana, fue el turno del cuatro veces ganador al mejor DJ del mundo según nuestros colegas de Resident Advisor (razón por la cual dicha encuesta ya no se realiza más por parte de la publicación). Y si ese título puede generar cierto escepticismo, este mismo se disipa por completo una vez que Dixon se para detrás de las bandejas. Con un sonido único, e inigualable, el alemán programó un viaje ecléctico y moderno. Fresco y colorido, el set fue una invitación a ver diferentes culturas por el prisma del house y el techno. De este a oeste, norte a sur.
De vanguardia. Esa quizás sea la mejor manera de describir lo vivido. Y quizás por ahora nos tengamos que conformar con el sonido Transmoderna. Pero, mientras tanto, hay que decir que suena una verdadera fiesta.