El famoso recinto que supo albergar a Space, una de las propuestas de música electrónica más reconocidas del ambiente, recibe ahora con intensa frecuencia a los clubbers que acuden en la capital española al ciclo Nox.
Con su ya conocida amplitud y comodidad, la sala Macumba mantiene sus características de excelente sonido, moderno juego de luces y una pantalla gigante detrás del dj de turno que enceguece a los bailarines en las madrugadas de viernes. Los artistas de renombre que son convocados por esta organizadora de eventos convocan a cientos de jóvenes que se acercan a través de diversos medios hasta la estación Chamartín, un moderno complejo de locales ubicado en la zona norte de Madrid.
Las últimas citas de Nox fueron de una gran contundencia. A fines de octubre pasado, el alemán Boris Brejcha ejecutó una palmaria clínica de su high tech minimal ante la multitud que bailó sin freno hasta el amanecer. El clásico de su repertorio, Gravity, con sus cambios de ritmo y musicales melodías, fue quizás el punto más alto de aquella noche en donde el hombre de la máscara marcó un paso arrollador durante toda su presentación.
En tanto el último viernes, el francés Paul Ritch inundó de techno la sala Macumba durante cuatro largas horas. El Dj y productor reconocido en España y gran parte de europa por sus sonidos minimalistas y penetrantes atrajo a un buen número de seguidores que danzaron con el contundente ritmo de su música en una mezcla de dulce sueño y éxtasis generalizado, que hicieron de esta una noche inolvidable.