Entre los sellos más prestigiosos de Sudamérica y del mundo, Sudbeat Music se ha convertido en una verdadera institución. Con más de una década como faro para el progressive house, la marca de Hernán Cattáneo celebra ahora su hito de 200 lanzamientos con un EP del propio jefe del sello en colaboración con Soundexile y las voces embriagadoras de Paula OS.
Rebuscar en un catálogo como el de Sudbeat es adentrarse en la propia historia del progressive house, con la marca situada en el panteón que alberga a otras como Bedrock, SAW o Renaissance. El sello, que cuenta con una larga lista productores e innovadores de primer nivel, ha sido agraciado con los sonidos de nombres como Danny Howells, Henry Saiz, Guy Mantzur, Nick Warren, Robert Babicz, Petar Dundov, D-Nox & Beckers y Quivver, por nombrar algunos.
Pero lo que ha convertido a Sudbeat en uno de los sellos más respetados no son los nombres ni el aspecto, que sigue viviendo de esa ética de la vieja escuela de poder reconocer un sello y la música solamente por su portada. Lo que ha hecho que Sudbeat se distinga de todos los demás es la música y los propios creadores. Es ese sello de calidad probado una y otra vez. Un afán de excelencia que se mantiene hasta hoy, después de 10 años…. Después de 200 lanzamientos.
“Estamos muy contentos de llegar a estos 200 lanzamientos. Sudbeat comenzó como un pequeño proyecto independiente para impulsar a nuevos artistas, por lo que ver ahora el resultado de haber servido de plataforma para tantos, y el impacto en sus carreras nos llena de alegría”, dice Hernán, destacando justamente dónde reside el verdadero placer para él en este proyecto tan cercano al corazón.
“Detrás de nuestros 200 lanzamientos -un poco más, en realidad, si contamos los álbumes y recopilaciones- está la dedicación de cada artista implicado y la pasión de los fans que nos acompañan y apoyan. Poder contar con estos dos factores es sin duda un privilegio y algo esencial para alcanzar ciertas metas. Por ello, les digo que estoy muy agradecido”, complementa Graziano Raffa.
Cuando los creadores más respetados buscan sellos, la mayoría de ellos siempre se decantan por uno que esté dispuesto a dedicar tiempo a cuidar su música con esmero y a mostrarla de la mejor manera posible. Es una cuestión de respeto. De sentirse como en casa. Esta es también una de las razones del éxito de Sudbeat Music. La pasión y el respeto imperecederos de los creadores del proyecto por el oficio de los demás.
“Obviamente, los primeros de Danny, Henry & Marc, o más recientemente, Petar Dundov, Satoshi Fumi y Randall Jones han sido especiales. Pero también me gusta mucho ver cómo han crecido en la escena internacional artistas argentinos más jóvenes a los que venimos empujando desde hace muchos años como Mariano Mellino, Facundo Mohrr, Kevin Di Serna, Ditian, Simon Vuarambon, Antrim o Eze Arias, por nombrar algunos”, explica Hernán cuando se le pregunta por sus cortes favoritos del sello.
“Seguramente hay artistas o temas que he usado más que otros en vivo, pero eso sucedió por pura afinidad con mi gusto personal a la hora de mezclar. Hay mucha música que me encanta y que no está en mis sets y sigue siendo parte de la historia del sello. Creo que si algo llega al catálogo es porque, de un modo u otro, nos ha tocado personalmente, así que esta lista sería demasiado larga en mi caso”, dice Graziano.
Pero los aplausos no han llegado al instante. El camino ha sido largo y tortuoso, lleno de giros del destino. Muy parecido a la conocida historia de la vida de Hernán.
“Desde que me mudé a Londres en 2001, vi cómo muchos DJs tenían sus propios sellos como una extensión de su identidad y lanzaban las carreras de nuevos artistas, lo que me resultaba muy atractivo, ya que conocía a mucha gente para presentarla en la escena global. Puse en marcha Sudbeat en 2009 y, durante los primeros años, las cosas fueron bastante lentas. Estaba muy ocupado compaginando mi carrera de DJ internacional, que requiere mucho tiempo para mi familia, y no podía dedicarle todo lo necesario. Un viaje a Sicilia me llevó a Graziano y a partir de ahí todo empezó a mejorar, la dinámica cambió por completo y en pocos años creo que empezamos a ser el sello que siempre había tenido en mente”, explica Cattáneo.
En el momento de la creación de Sudbeat, Gaziano era todavía un simple fan del sello y, probablemente, poco sabía del papel que iba a desempeñar.
“Recuerdo que cuando nació Sudbeat, lo seguía como fan y compraba música en Beatport en mi casa de Sicilia. Fue en 2012, entre el lanzamiento # 27 y # 28 que empecé a trabajar con Hernán, ¡así que llegué tarde a la gran inauguración! Seguramente hemos tenido que organizar las cosas siguiendo el paso del tiempo y las necesidades que conlleva el crecimiento, pero creo que los pilares de nuestra colaboración siguen intactos. Lo que nos motivaba en 2012 es lo mismo que nos motiva hoy, y se llama música”, recuerda Graziano sobre sus primeras interacciones con el sello y con Hernán.
Con más de una década de lanzamientos, queríamos saber más sobre sus opiniones acerca de esa fuerza inevitable e intangible llamada cambio, y ver cómo había afectado a su visión de la marca.
“Creo que lo más importante es la identidad musical y, en ese sentido, no hemos cambiado. Tenemos un sonido amplio pero muy claro, y nos mantenemos ahí más allá de modas o tendencias. Graz y yo venimos de mundos diferentes en cuanto a influencias, pero tenemos muchos puntos musicales en común y eso genera muy buena sinergia. Por supuesto, hay cambios en los diseños o en los formatos que se han ido incorporando a lo largo del tiempo como la edición de Showcrates, o más recientemente discos de Bandcamp como el de Antrim, y también, a nivel de eventos, los Sudbeat Showcases, que han tenido muy buena repercusión en diferentes países”, dice el propio Hernán sobre la evolución de la marca.
“El cambio es algo imposible de evitar, forma parte de nuestra naturaleza y de lo imprevisible de nuestra existencia. Puede ser beneficioso cuando el cambio es el resultado de una sana ambición o de un deseo, y puede ser un problema si proviene de la incoherencia o de la falta de personalidad. En Sudbeat, como he mencionado antes, lo que más nos motiva es la música y su difusión. Esta es una de las pocas reglas que seguimos estrictamente y en torno a la cual vamos construyendo y, ¿por qué no?, cambiando, siempre con la intención de mejorar nuestra oferta y de estar motivados”, profundiza Graziano cuando se le pregunta por el cambio.
Pero, aunque el cambio sea inevitable para todos y cada uno de nosotros, para cada institución y marca, eso no es correlativo a la innovación. La capacidad de mantenerse a la vanguardia del cambio y de subirse a la marea alta es un tema completamente diferente y depende exclusivamente de nuestras expectativas a la hora de navegar por estos cambios.
“Hay muchos aspectos de la industria que nunca fueron nuestra prioridad. Yo soy DJ y Hernán ni hablar. Nuestra industria siempre será la pista de baile, porque nuestra pasión se alimenta ahí. Lo que más nos importa es que la música que editamos a través de Sudbeat o que suena en nuestros sets deje algo en los oyentes, que tenga contenido y muestre la riqueza de la electrónica. Me estimula mucho la idea de tener un sello libre de estigmas, donde la libertad de la música house se pueda fusionar con la rigidez hipnótica del techno en un viaje virtual de Chicago a Frankfurt pasando por Detroit, Ibiza, Manchester y Buenos Aires. Quiero que el sello sea un poco como una síntesis de toda la magia relacionada con la música que ha ocurrido en las últimas 5/6 décadas en ciudades como las que he mencionado. Miramos al futuro sin olvidar el pasado. Innovar es difícil, así que me fijo en artistas como Dave Mancuso, Frankie Knuckles, Grandmaster Flash, Jeff Mills, Afrika Bambaataa, Sven Väth, Sasha y el propio Hernán para inspirarme. Todos ellos son genios que han sabido innovar con sus ideas, sus gustos y sus personalidades, revolucionando literalmente una época. ¿Quién mejor que ellos para mantener viva la llama de la innovación y el hambre de creatividad?”, explica amablemente Raffa.
“Siempre digo que uno de los aspectos más interesantes de nuestro mundo es su dinámica, y esto hace que cada año sea diferente al anterior. Es decir, la innovación musical es constante. Cada semana, junto con Graz, escuchamos a un gran número de artistas jóvenes y tratamos de dar visibilidad a los que creemos más atractivos y con personalidad”, añade Hernán.
Al profundizar en el concepto de identidad, Hernán comparte la siguiente opinión: “Creo que, como dije antes, la identidad es fundamental, y crear sería expresar musicalmente lo que uno lleva dentro. Estoy convencido de que los mejores artistas son los que editan lo que sienten, y no lo que es fórmula o lo que está de moda o simplemente lo que funciona, que es algo muy común y poco atractivo para nosotros. No sé si este deseo de ser genuino existe en todos los productores, pero si es así, en un mundo en el que hay tanta gente haciendo música electrónica, creo que los más auténticos serán los que lleguen más lejos… Si miras un poco hacia atrás en cualquier género musical, los que realmente han triunfado y han llegado lejos, tanto productores como DJs, han tenido un sonido que les identifican y eso para mí es el ADN de un buen artista electrónico”.
“Es una forma brillante de dar voz a lugares ocultos de la propia alma y personalidad. Crear, en general, nos hace mejores personas y cualquier forma de expresión es una gran herramienta para levantar el ánimo. Estoy de acuerdo en que todo el mundo tiene un poder creativo en su interior, pero por desgracia, hoy en día, veo un mundo muy distraído y acostumbrado a “todo rápido y fácil”. Se consume y se crea a una velocidad increíble y creo que esta tendencia no es compatible con la dedicación lenta y constante necesaria para descubrir y hacer florecer el poder de creación que reside dentro del ser humano. Espero que sólo sea una moda pasajera y que todos redescubramos cuanto antes el placer de mirar una foto durante más de 1 minuto apreciando sus detalles, ver una película o escuchar un disco y amarlos hasta el punto de reproducirlo de cabo a rabo 100 veces en un año o sentarnos a componer por gusto sin pensar en modas, gustos y algoritmos. En definitiva, para mí la creación es menos un producto y más un instinto, y creo que esta postura es fundamental para que el arte sea realmente una ayuda concreta para la construcción de un mundo mejor”, opina Graziano sobre la noción de creación.
Aunque todas las preguntas han sido respondidas con respuestas perspicaces sobre la psique y el ethos que hay detrás de un sello tan exitoso como Sudbeat Music, son estos dos últimos sentimientos los que, quizás, mejor explican las intenciones y el propósito del sello. Una historia en cada esquina… Una historia que merece ser contada y defendida por algunos de los nombres más importantes de la música electrónica. Ritmos y personas que se sienten auténticos.
Y un hito así debe celebrarse de forma adecuada, porque 200 lanzamientos basados en la calidad pura y dura no es una hazaña fácil. En ese sentido, “Polymath” resulta ser el lanzamiento perfecto, con su equilibrio de imágenes expansivas, matices analógicos y destreza técnica.
“Sin duda, es un gran hito para nosotros. No sabía en qué número estaba Sudbeat hasta que recibí la promoción y casi me muero de la sorpresa. ¡Un trabajo absolutamente increíble por parte del sello! Además, cuando vi que era el lanzamiento número 200, me di cuenta de que, junto con Hernán, hemos hecho más de 100 temas y remezclas para otros sellos y álbumes”, dice Oliverio.
“La verdad es que aún recuerdo cuando Hernán nos dijo por primera vez que iba a montar el sello. ¡Es increíble pensar que ya van por los 200 lanzamientos! A nivel personal, estoy muy contento de volver a formar parte de un sello donde siempre podemos editar la música que nos gusta, sin restricciones”, recuerda Baunder, socio de Oliverio en Soundexile.
“También fue una agradable sorpresa para mí. Estoy muy contenta de haber colaborado con estos artistas y estoy agradecido de que hayan confiado en mi trabajo. Un lanzamiento 200 es algo que hay que celebrar”, añade Paula OS, quien colabora con Hernán y Soundexile en la sensual pista “River Flow”, que destaca en el EP “Polymath”.
“Siempre pensamos en tener voces. Ya lo habíamos hecho en temas como ‘Solitude’, ‘Closer’ o ‘Cripsis’, y cuando empezamos a discutir nombres, el de Paula fue el primero que quisimos probar”, explica el dúo Soundexile.
“Los chicos se pusieron en contacto conmigo y me mostraron la idea del tema y algunas referencias, que eran importantes para saber hacia dónde canalizar la letra, la melodía y la interpretación. A partir de ahí las cosas fluyeron y me dejé guiar por el mismo tema”, nos cuenta ahora Paula sobre el proceso de canto y escritura.
Pero incluso con su fluidez, el proceso de la canción requirió una ingeniería de primer nivel para su elaboración, como explica Soundexile. “Fue un collage. Teníamos un tema de breaks en marcha y pensamos que le vendría bien una voz. Ahí lo ‘desnudamos’ para que Paula pudiera ‘abrazar’ las pistas melódicas que dejamos para guiarla en lo que queríamos de ella. Por suerte, lo entendió todo en la primera toma. Luego, tuvimos que recomponer la canción con lo que Paula nos había enviado, modificando y añadiendo cosas. Una vez terminado el collage, Paula vino al estudio a grabar la voz. Necesitábamos un tipo de sonido particular, así que Martín Kano nos prestó su Telefunken y su Neve. El resto fue mezclar y buscar la presencia de la voz que buscábamos, que es muy frontal y centrada, casi susurrada y con efectos que dan la sensación de que estaba sola en el mundo”.
“Intenté situarme en el ambiente que tenía la canción, entendí que debía ser una voz fresca y ligera. Poco a poco fui amalgamando estas ideas en la propuesta melódica, en la letra y sobre todo en la interpretación. Muchas veces, mientras ensayaba, la cantaba sonriendo, porque eso era lo que me transmitía la propia canción, y en momentos así, sentía que la voz ya tenía sentido”, cuenta Paula, arrojando luz sobre su meticuloso y sentido proceso de composición.
“La letra nace de las impresiones e ideas que me surgieron al escuchar la canción por primera vez. Habla de sobrevivir a nosotros mismos como lo hace un río. Seguro que has oído el dicho ‘nadie se baña dos veces en el mismo río’. Tiene que ver con esto. Como humanos, solemos volver a buscar cosas perdidas o que ya no existen en nuestro imaginario, que construimos en nuestra mente y en nuestra historia, y nos retorcemos buscando ese núcleo, esa esencia que realmente mutó, y nos perdemos de disfrutar de ese cambio. Es el “aquí y ahora”. Mucho tiene que ver mi perspectiva sobre la pandemia y el proceso creativo, que me ha motivado a investigar otros lugares, fuera de lo común y abiertos a la exploración”, concluye, invitándonos a estar siempre presentes en el momento.
Como decíamos… Sudbeat tiene una historia que merece ser contada.