El fin de semana largo porteño, por los festejos del Día de la Patria, ofreció dos joyas musicales para los amantes de la musica electrónica. En un mismo escenario, The Bow, pero con disposiciones distintas, Khen y Coyu brillaron en la disco de costanera norte de Capital Federal convocando a miles de jóvenes que disfrutaron de finos sonidos ejecutados por dos Djs de primer nivel mundial. Buenos Aires otra vez en lo más alto de la agenda internacional.
En la fría noche del sábado 7 de julio, el israelí Khen desarrolló un all night long exquisito. Su progresive house melódico hipnotizó de principio a fin a quienes apretados bailaron en la pista de un evento que días antes ya había colgado su cartel de “sold out”.
El productor nacido en Tel Aviv corrió con la ventaja de ser su propio warm up, lo cual le permitió manejar la pista a su antojo, liberando descargas sonoras profundas combinadas con potentes subidas festejadas a puro baile. Apadrinado por artistas como Hernán Cattaneo o Guy J, Khen cumplió con las expectativas generadas y demostró a los argentinos por qué sus producciones son publicadas por los sellos más importantes de la escena como Bedrock, Sudbeat o Lost&Found.
En tanto, el domingo en vísperas del feriado, el dj y productor catalán Coyu brindó una presentación implacable. Sus mezclas finamente tratadas, el groove propuesto en cada track y su energía cambiante como un zigzag de sensaciones conformaron la clave de su set imparable, marcado por el tech-house con toques de techno. La variedad musical desplegada por Coyu lo llevó en varios pasajes de la noche a ofrecer breves momentos de profundidad, interrumpidos a tiempo por arrolladores ritmos de un tech pocas veces visto durante este 2018 en Buenos Aires.
Luego de más de cuatro horas al mando de la cabina, el catalán y amante de los felinos le dejó los controles al argentino Matias Sundblad. Influenciado por las corrientes clásicas de la música, la joven promesa local cumplió la difícil tarea de no decepcionar a la gente que había endulzado sus oídos con la buena tarea de Coyu, logrando continuar la fiesta hasta el amanecer.