Una nueva nueva fecha se realizó en La Estación, esta vez comandada por Lee Burridge, donde 2.500 personas disfrutaron de una noche de groove y el estilo característico del británico.
El pasado viernes 4 de octubre, se realizó una nueva fecha en La Estación de la Ciudad de Córdoba. Las bandejas en el inicio estuvieron a cargo de Rodri Vacis, con un warm up que duró unas 3.30hs para dar comienzo al evento.
El argentino supo llevar a cabo muy bien su tarea. Comenzó con un deep house acorde para esperar el plato fuerte. Sin embargo, su sesión no se limitó únicamente a este estilo. Por momentos fue evolucionando hacia el progressive house, donde se entrelazaba perfectamente con los sonidos deep, para luego detonar la atmósfera generada con lineas progresivas más violentas que coqueteaban con el techno.
Pasadas las 3am, llegaba la hora de Lee Burridge de hacerse cargo de las bandejas. Fiel a su característico estilo, el DJ británico comenzó su set con un marcado groove conguero, donde la percusión se llevaba toda la atención invitando a bailar su ritmo. Melodías intermitentes afloraban en esta primera parte del set, donde algunas apelaban a la introspección y sentimientos profundos, para mezclarse en sincronía perfecta con melodías más alegres y distendidas.
La frescura aportada por los hats y shakers animaban perfectamente el groove conguero del deep house. Marcados kick, con gran fuerza, y unos bajos gruesos bien definidos, terminaban de complementar el marching que desarrolló Burridge en el set.
La segunda parte, que tuvo una duración total de 3:30hs, fue subiendo la intensidad para dejar lugar solo a melodías “de fiesta”, que producían euforia y alegría en todos los presentes. Las miradas cómplices con desconocidos, dejaba entrever que todos estábamos captados por el mismo sentimiento. Claps secos, con una intensidad y pegada magistral, las congas que mantuvieron el groove firme y constante, vocales interdimensionales, caídas que erizaban la piel, revientes arrasadores… y podríamos seguir enumerando muchos más elementos sonoros que se hicieron presentes esa noche.
El número uno de All Day I Dream nos envolvió en su sueño toda la noche con su hermosa música. La capacidad para generar atmósferas y climas, y sus formas para salir de esos lugares, son de una exquisitez indescriptible, y que recomiendo vivir al menos una vez en la vida. La puesta en escena complementó muy bien la propuesta musical. El escenario contaba con decoraciones de globos, plantas, guirnaldas, fuegos artificiales, humo… no faltó ningún condimento.
Es difícil ser objetivo y no recomendar un viaje astral con este gigante de la música electrónica. La capacidad de Lee Burridge para generar cosas y transportarnos a lugares inimaginados son tan propias que sólo pueden entenderse estando allí.
El cierre de la noche estuvo a cargo de la italiana Giorgia Angiuli, quien había comenzado su gira sudamericana la noche anterior en Chile y que la tendrá ocupada durante la primera quincena de Octubre. Poco antes de las 7am subió con todo su poder a la cabina dispuesta a demoler todo con su live set. Con su poderosa música hizo vibrar a todos hasta ya entrada la mañana. Con su contundencia, crudeza y groove característico puso la frutilla del postre a una velada a la que no le faltó nada. Nuevamente fuegos artificiales, melodías rabiosas y mucho cut-off lograron generar una atmósfera de pura Giorgia.
Con sus sintetizadores y juguetes sonoros entregó un set arrollador que acompañó las primeras luces del día. Angiuli amenizó con su voz, con su formas tan particulares y geniales de relacionarse con los instrumentos. Su presencia y puesta escena, terminaron de coronar un espléndido evento que quedará en la memoria de muchos.
