Recordando a un verdadero pionero.
La muerte de Florian Schneider es un claro testimonio de que Kraftwerk es mucho más que la idea de “hombre-máquina”. Con la agrupación alemana, tuvo un impacto en la música moderna como muy pocos lo han hecho. Al abrazar la noción de que la música electrónica era la creación de máquinas, de alguna manera humanizaron el concepto más que la mayoría de nosotros. Kraftwerk reveló el fantasma en la maquinaria.
Schneider compró su primer sintetizador en 1970, aunque había estado tocando con Ralf Hütter desde 1967, en Organisation (un proyecto de música de improvisación). Poco a poco, el concepto creció y se transformó en lo que se conocería como las primeras “versiones” de Kraftwerk. En 1974, su primer material “Autobahn” se lanzaría con aclamada crítica y popular, entrando en el top 5 de las listas de la BBC y Billboard.
Pero Kraftwerk y su música es solo el comienzo de esta historia (interminable). Porque la banda es mucho más que su propia discografía o sus representaciones icónicas. Su influencia ha impulsado todo más allá de la electrónica moderna, el techno, el house e incluso la música popular, dada la implementación de la tecnología en el género, lo que los convierte, quizás, en los mayores contribuyentes a la música electrónica.
Florian dejó oficialmente Kraftwerk a principios de 2009 y una iteración de la banda liderada por Hütter todavía está de gira, pero su legado vivirá para siempre. Una marca indeleble que no tiene en cuenta los géneros o límites. Ni hombre ni máquina, sino que algo mucho más grande: inspiración.
Recuerda el seminal “Autobahn” de Kraftwerk a continuación.